La localización del piso es muy buena, al igual que la decoración y disposición de cada una de la estancias.
Aunque hay algunos utensilios o productos necesarios en el piso como es la sal, ollas y sartenes... Se hacen necesarios algunos como una bayeta de cocina y más rollos de papel higiénico (no sólo uno por baño).
Pero en definitiva, una estancia muy agradable, al igual que el casero, muy amable y considerado. Sin duda, volvería a repetir.