Hemos estado 3 amigas 5 noches en el Riad y estamos encantadas. La primera noche impresiona un poco la vuelta, porque el riad está en una bocacalle sin salida dentro de otra calle que tampoco la tiene, pero el barrio es MUY seguro y no hemos tenido ningún problema. El riad es pequeñito, pero super bonito y, aunque a nuestro cuarto le faltaba algo de mantenimiento, hay que decir que entran a limpiar todos los días y tienes todo lo que necesitas. Destacar el desayuno buenísimo, abundante y diferente cada día, pero, sobretodo, el trato exquisito del personal de servicio, fundamentalmente del chico que allí trabaja, que hasta nos abrió de madrugada y otro día nos tuvo que preparar el desayuno super temprano. Nos dio pena no despedirnos de él. En resumen, una estancia increíble en una ciudad que lo es aún más. Volveremos.