Espectacular alojamiento, empezando por el trato de las dos personas que lo regentan, todo amabilidad y sinpatia, el desayuno que te llevan a la habitacion que es buenisimo, siguiendo por la ubicacion, al lado de la estacion de Santa Maria Novella, con todo accesible caminando, muchas opciones de restaurantes para comer...si vuelvo a Florencia repetiré sin dudarlo